Sin muchos reflectores y a unos 824 kilómetros de Moscú se encuentra una de las ciudades más históricas de Rusia. Se trata de Kazán, la cual además de poseer inmuebles que datan del siglo XVI, tiene un largo recorrido en el mundo del futbol.
Pese a que el equipo de la ciudad, el FC Rubin Kazán, se fundó en 1958, los inicios del balompié en esta metrópoli tienen origen desde mediados de la década de los años 30.
Gracias a que era y sigue siendo una de las principales ciudades industriales de Rusia, fueron los trabajadores de las fábricas los primeros en fundar un club de futbol; sin embargo, sólo llegaron a jugar en divisiones de ascenso de la ya inexistente Liga soviética.
En los albores de la Segunda Guerra Mundial, el equipo local sufrió varias transformaciones; sería hasta 1958 cuando finalmente se dio su fundación oficial cuando Kazán inscribió su escuadra, Iskra Kazán, en la División B de la Liga de la ahora extinta Unión Soviética.
Con el pasar de los años, el club fundado por obreros se fue haciendo el más importante de toda la República de Tartaristán al lograr en 2002 el ascenso al máximo circuito del balompié ruso.
Seis años le bastó al ahora nombrado FC Rubin Kazán para conseguir su primer título de Liga y un año después registraron el bicampeonato, convirtiéndose en el primer equipo que lo consigue sin ser de Moscú desde la disolución de la Unión Soviética.
Kazán siempre se ha caracterizado por ser una ciudad multicultural, entre sus ciudadanos hay más de 115 nacionalidades diferentes, y esto se nota en la actual plantilla que tiene el FC Rubin, donde coinciden jugadores de nueve país distintos.