La carrera de Joao Maleck en Chivas se vio frustrada por culpa de una decisión tomada por Mario Marín y Javier Robles, entrenadores de las Fuerzas Básicas del Guadalajara, y por eso tuvo que continuar su carrera en la Academia de Marco Fabián.
El atacante de raíces cameruneses por su padre, Jean Claude Maleck, quien llegó a México en 1998 para jugar con Tecos y San Luis, estuvo en la cantera del Rebaño entre 2011 y 2013, donde destacó como goleador.
Maleck se desempeña como delantero y su presencia en el área es una de sus características principales, pero ante las necesidades del club por la falta de un lateral izquierdo, Marín y Robles lo colocaron como zaguero, aprovechando su perfil zurdo, decisión que incomodó a Joao, pues nunca había jugado ahí.
Como defensa, el joven tapatío nunca pudo desequilibrar, por lo que cada partido quedaba a deber y por esta razón Marín y Robles decidieron cortar su proceso dentro del Club Guadalajara.
La decisión tomada por estos dos entrenadores fue avalada por José Luis Real, quien ocupaba el cargo de director de fuerzas básicas, quien en el plan de apoyar las decisiones de los técnicos, nunca pidió un análisis de la situación.
Cuando parecía que el sueño de llegar a ser profesional como su padre se estaba frustrando, Marco Fabián, papá del delantero de la Selección Mexicana y del Eintracht Frankfurt, lo invitó a jugar a su Academia.
“Es un jugador muy técnico, rematador de cabeza que maneja los dos perfiles, es un jugador muy completo que va cumpliendo su proceso y con los trabajos que haga allá seguramente será más completo todavía”, dijo Marco Fabián Vázquez a RÉCORD.
Sólo cinco meses le bastaron a Joao para mostrar su capacidad como delantero y, en un juego de Tercera División, fue visto por la gente de Santos y se lo llevaron a La Comarca para pulirlo.