Después de tres meses de haber jugado su último partido de Liga MX (ante León) y pese a haber hecho trabajo en casa, el primer equipo de Pumas volvió a la actividad y lo hizo tomando las medidas sanitarias necesarias.
Fue desde muy temprano en las instalaciones de cantera, cuando uno a uno los jugadores auriazules reportaron a las prácticas, pero lo hicieron en grupos y con horarios diferenciados.
En el acceso, personal del club tomaba la temperatura y repartía gel antibacterial a todos los que ingresaban, incluyendo a integrantes de la directiva, como Jesús Ramírez, presidente deportivo del Club Universidad.
Entre los jugadores que llegaron, estuvieron Juan Pablo Vigón, Alan Mozo, Sebastián Saucedo, Nicolás Freire, entre otros, e incluso el joven Marco García, quien en los primeros días de junio fue operado de la rodilla por rotura de ligamentos.