Siguiendo una de las reglas más importantes de Warren Buffett, inversor y empresario estadounidense, Necaxa dejó en claro que en el mundo del negocio futbolístico existen dos reglas de oro: "Nunca pierdas dinero, y nunca olvides la regla número uno".
En los últimos años, los Rayos se consolidaron en el certamen nacional como uno de los mejores inversionistas, pues han creado una estrategia de trabajo similar a la que realiza el Porto: invierte a un costo bajo y venden con un mayor rendimiento.
Contrataciones como las de Igor Lichnovsky, Jesús Isijara, Carlos González, Dieter Villalpando, Edson Puch, Víctor Dávila, Brian Fernández y recientemente Mauro Quiroga dejaron grandes utilidades al plantel hidrocálido cuando fueron transferidos a sus nuevos planteles.
El Ratón, producto de la cantera de los Rayos, salió de casa para ganar la experiencia que lo ayudaría a consolidarse más adelante en el Máximo Circuito. Tras su paso por Albinegros de Orizaba y San Luis, Isijara volvió a los Rayos con un valor aproximado en cien mil dólares, según el portal especializado Transfermarkt.
Sin embargo, tras su gran desempeño con el equipo, acaparó la mirada de los más grandes de la Liga MX, pero finalmente optó por 'cambiar de aires' para el Clausura 2018 y seguir su carrera con Santos Laguna, equipo al que llegó por un valor cercano al millón de dólares.
Otro ejemplo de ganancia fue la de Lichnovsky, quien llegó un 21 de junio de 2017 por un contrato de tres años y dos millones de dólares sobre la mesa; sin embargo, para el Apertura 2018 se fue al Cruz Azul dejando una ganacia a los Rayos de 200 mil dólares.
Carlos Gonzáez, jugador paraguayo, fue otra 'mina de oro' para los Rayos. Luego de concretar un brillante Clausura 2018 donde peleó el título de goleo con nueve goles en los 15 partidos que disputó, el atacante se convirtió en jugador cotizado.
Tras llegar al Necaxa proveniente del Huachipato por un valor aproximado a los 300 mil dólares, González emigró a Pumas por cerca de millón y medio de dólares.
En verano del 2016, los Rayos iniciaron la tormenta perfecta, el detonante: EdsonPuch. El chileno llegó proveniente de la Liga Deportiva Universitaria de Quito por un millón de dólares. No obstante, dejó ganancias monetarias por arriba de los 10 millones.
Todo inició en el verano del 2017, cuando la escuadra hidrocálida optó por dar salida al '10' de Iquique hacia el Pachuca por siete millones de dólares más las cartas de Roberto Alvarado y Dieter Villalpando, jugadores que más adelante dejaron una alta derrama económica.
El Piojo Alvarado se fue a La Máquina por 1.5 millones de dólares, mientras que el 'Lince' se enfundó la elástica de Chivas por tres millones de dólares.
En el caso del goleador Brian Fernández, Necaxa gastó 600 mil dólares por sus servicios, y tras un espectacular torneo, Portland Timbers de la MLS pagó su cláusula cercana a los 10 millones de dólares.
Ahora de cara al Apertura 2020, el cuadro de Aguascalientes se embolsó casi 4 millones de dólares con la venta de Mauro Quiroga, por quien solo pagaron 600 mil dólares al Curicó de Chile.
En total, estos futbolistas dejaron en las arcas de los Rayos un ingreso libre de aproximadamente 26 millones de dólares.
PORTO 'HIDROCÁLIDO'
En Europa, un viejo 'Dragón de Mar' es un experto del mismo calibre del Necaxa. El Porto se dio el lujo de tener en sus filas a futbolistas de la talla de James Rodríguez, Radamel Falcao, Pepe y Hulk, a los cuales utilizó en algún momento por moneda de recambio.
Proveniente del Banfield de Argentina, James fue contratado por los Dragones por 5.1 millones de euros por el 70 por ciento de su pase; sin embargo, unos años más tarde fue vendido al Mónaco por 45 millones de euros.
El Tigre Falcao arribó de River Plate por 5.7 millones de euros y unas campañas más adelante fue vendido por 40 millones de euros. En el caso de Pepe, los Dragones pagaron 2 millones de euros por sus servicios, pero al final fue vendido al Real Madrid por 30 millones de euros.
Finalmente, el futbolista brasileño Hulk se convirtió en una de las cartas fuertes del Porto. El amazónico fue adquirido por 5.5 millones de eruos y su cambio de aires al Zenit de San Petersburgo representó 60 millones de euros a las arcas del Porto.