Seguro, puntual, intenso y sin titubear. Tal como lo es en el terreno de juego, Gerardo Alcoba rompió el silencio acerca de los rumores que lo colocaban en la órbita de Cruz Azul, la salida de su amigo Ismael Sosa, la dupla que ha confirmado con Darío Verón en la zaga de Pumas y su consolidación en la élite del futbol mexicano tras su nominación al Balón de Oro en un mano a mano con RÉCORD.
¿Cuál fue el impedimento o motivo por el que no saliste de Pumas pese a las propuestas de otros clubes?
Estoy en el lugar que quiero y me siento cómodo. Se hablaron muchas cosas, pero estoy donde quiero y me siento feliz por todo lo que significa Pumas para mí. Es mucho más fácil para un profesional estar en donde uno se siente cómodo para desarrollar su trabajo.
No hubo un impedimento, para que existiera tuvo que haber una voluntad de irme de parte mía, pero no la hubo. Ni siquiera me lo planteé. Sí hubo pláticas con mi representante, pero siempre supo mi postura. Algunas cosas que se decían no eran verdad y otras eran ciertas. Pero nunca lo puse en la balanza.
A veces el dinero no lo hace todo y eso me lo enseñaron mis padres, aquí me siento cómodo y el dinero quizás no me dará la felicidad que yo tengo acá y eso encontrarlo a mis 30 años, la tranquilidad que tengo en este club y el sentido de pertenencia que tengo aquí, a veces el dinero no lo paga.
¿Consideras que es positiva la salida de Ismael Sosa, quien nunca quiso dejar de defender los colores azul y oro?
Soy amigo de Ismael. Lo que se dice en las redes siempre es mentira o al menos en 90 por ciento de los casos. Sé el pensar de él y por algo se dieron las cosas así, ojalá que le vaya muy bien, es una gran persona, un gran jugador. A Pumas le dio muchísimo, es verdad, yo lo hubiese querido 10 años aquí, pero la situación se dio así y ahora hay que enfrentarlo y hay que ganarle.
¿Independientemente de la amistad que tienes con Ismael, Pumas extrañará a un futbolista de las cualidades del ‘Chuco’?
Sí, porque perdemos 10 goles por temporada, perdemos un jugador desequilibrante, asistente. Pero por algo está trabajando la dirigencia para suplir eso.
¿A qué le atribuyes el éxito a nivel individual, ya que fuiste nominado al Balón de Oro del futbol mexicano?
Gran parte (a mis compañeros). Si no tuviera las fieras que tengo a un lado sería muy difícil poder destacar en lo personal. Para que una persona pueda destacar en este deporte, el equipo debe estar bien. Me parece que el gran porcentaje de este reconocimiento es del grupo.
La afición universitaria te contempla como el futuro ídolo, algo similar a ser el sucesor de Darío Verón, el cual es una de esas fieras que tienes apoyándote en la zaga central.
Eso lo tomo con calma. Trato de disfrutar a Darío porque lamentablemente no le queda mucho tiempo en esto y disfrutar lo que más pueda y absorberlo, trato de ser como una esponja para absorber lo que él me pueda ir guiando.
Nos hemos complementado muy bien, hemos generado una pareja de defensores centrales muy sólida, seria, alejado de polémicas o problemas, solamente enfocados en jugar futbol porque es a lo que venimos al club. Me siento muy cómodo con Darío.
