En Estadio Agustín Coruco Díaz abrió sus puertas para rendir un homenaje al exarquero Pablo Larios, quien falleció a los 58 años tras ser internado por una paralisis intestinal.
Aficionados que se dieron cita en el inmueble ubicado en Zacatepec, Morelos, para darle el último adiós al historio cancerbero, se volcaron en porras y rezos hacia el féretro que se encontraba en el terreno de juego.
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Cabe recordar que Larios, quien se ganó el cariño y reconociemiento de la afición azteca, fue el portero encargado de defender la meta de la Selección Mexicana en el Mundial de 1986.
Nacido en Zacatepec, el excancerbero debutó con los Cañeros en Primera División. Posteriormente jugó en clubes como Cruz Azul, Puebla y Toros Neza, donde siempre dejó el alma con cada atajada.
