El ánimo terminó muy encendido al final del partido entre Chivas y Pumas, al grado de que los aficionados tuvieron un par de choques, primero con el Aris Hernández y Carlos Fierro; posteriormente se dio un enfrentamiento con la policía.
Cuando Edwin y Fierro estaban por ingresar al túnel hacia vestidores, un vaso cayó desde la tribuna; el hecho causó la molestia del Güero, quien encaró al aficionado.
Posteriormente, ya en los pasillos del inmueble, comenzaron las riñas entre aficionados, donde los elementos policiales tuvieron que intervenir para calmar los ánimos.
Sin embargo, la acción enfureció más a los aficionados tapatíos que se hicieron de empujones y algunos golpes con los elementos de seguridad, provocando un caos en la salida de los asistentes del recinto.