Las Chivas goleadoras e imbatibles defensivamente se extraviaron en Pachuca. Pese a que buscaron un choque de poder a poder, el Guadalajara sufrió su segundo descalabro del certamen al caer por 3-1 frente a los Tuzos.
Los locales demostraron su ambición desde los primeros instantes del encuentro, ya que pusieron a temblar la meta tapatía con un remate de cabeza de Murillo que Gudiño detuvo con dificultades.
Pachuca fue el primero en lastimar, ya que el agobio impuesto de parte de los hidalguenses rindió frutos cuando Cardona estrelló un balón en un defensa tapatío, pero aprovechó la inercia para filtrarle el balón a Sosa que cruzó su remate para vencer a Gudiño.
Sin embargo, Chivas sacó la casta y no tardó en responder, ya que Poncho Blanco se impuso en un mano a mano con Pulido, aunque el esférico quedó a merced de Brizuela que con un potente derechazo igualó los cartones.
Tras haber mostrado sus armas, el partido se centralizó en el mediocampo, donde Tuzos y Chivas midieron fuerzas, nulificándose mutuamente.
Para el arranque del segundo tiempo, los dirigidos por Martín Palermo salieron enchufados y recuperaron la ventaja después de que Gudiño no pudo contener un balón, dejándolo en el área chica para que Víctor Guzmán la mandara al fondo de la portería.
Cardozo intentó responder con una postura más ofensiva e inclusive mandando al campo a Ronaldo Cisneros en busca de la igualada.
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Con un mediocampo partido, Pachuca no cayó en desesperación y sentenció el encuentro tras un servicio de Raúl López por la banda derecha que remató con la testa Leonardo Ulloa para complicar aún más el panorama rojiblanco, mismo que no pudieron recomponer.
