La llegada del América al Estadio Azteca se vio manchada por la violencia, ya que un grupo de aficionados que intentaron recibirlos con pirotecnia fueron detenidos por la policía con exceso de violencia.
Un grupo de seguidores azulcremas se organizaron para recibir al equipo cuando llegara al Estadio Azteca con luces de colores y bombas de humo, pero los elementos de seguridad pública convivieron ese intento por considerarlo peligroso debido a la cercanía de la pirotecnia de los vehículos de otros aficionados.
Los aficionados alegaron que se trataba de un recibimiento a las Águilas, pero los policías recurrieron a la violencia para detener a 12 aficionados, de los cuales al primero lo contuvieron a golpes y aventándolo a la parte trasera de una camioneta, por lo que posteriormente realizaron cercos con caballos y escudos para que no se observara con claridad sus acciones.
Durante la bronca, los miembros de seguridad pública agredieron inclusive a elementos de prensa aventandoles el celular e impidiéndole es el paso a través de empujones, gritos y amenazas.
El resto de los asistentes que venían con los detenidos explicaron a recortes su intención nunca fue agredir al camión del América sino recibirlo de una manera espectacular por lo que se sentían agredidos por las acciones de la policía.