Roberto Rodríguez juega como mediocampista y es el primer capitán de Dolminhos, equipo que está conformado por jugadores de varias nacionalidades y que juega futbol a nivel amateur en la Liga Olimpus 7 de Félix Cuevas.
"El equipo es de base mexicana, hace tiempo entró un francés y después entré yo, que soy español. Del equipo original solamente queda un jugador, porque mucha gente se fue por lesiones o por razones sentimentales", contó en charla con RÉCORD.
Llegó a México en 2015 por una beca del Ministerio de Economía de España. Tenía la intención de quedarse un año, pero encontró pareja y ya lleva cuatro años radicando en este país. "Voy para largo. La gente me ha acogido muy bien. Me siento un mexicano más", mencionó.
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Es un fiel aficionado del Atlético de Madrid, pero hace unos años trató de entrar a las Fuerzas Básicas del Villareal.
“Cuando tenía 12 años hice pruebas, pero no las pasé. Seguí jugando en ligas universitarias y, al final, llegué al nivel amateur. Creo que aquí es más divertido, porque juegas con tus amigos”, añadió.
Cree que en cualquier país cada vez es más complicado que un jugador llegue a Primera División. “En cierto modo sí. Hay muchos niveles, pero para llegar a un nivel profesional necesitas tener mucho apoyo”,añadió el capitán del equipo.
Roberto Rodríguez estudió Empresas en Castellón de la Plana, un municipio de la Comunidad Valenciana. Actualmente trabaja en una empresa de energía, por lo que desea quedarse en México durante algunos años más, pero reconoció que tarde o temprano regresará a su natal España.
“Allá está mi familia y mis amigos de toda la vida, verlos 10 días al año no es suficiente. Mientras mis padres sigan jóvenes puedo estar lejos, pero después me acercaré a la familia”,
finalizó Rodríguez.
