Mauricio García de la Vega, empresario mexicano dueño mayoritario del Roda Kerkrade de la Segunda División holandesa, ha decidido hacerse a un lado del equipo con el que está involucrado desde hace un par de meses.
Todo después de los incidentes violentos con los aficionados del club, quienes no sienten empatía con el exrepresentante de jugadores como Claudio Suárez. En un partido, aficionados forzaron su salida del estadio; mantas insultando al dirigente también han sido captadas en el estadio Parkstad Limburg.
Todo debido a que el mexicano no garantiza la salvación económica del club y que habrían planes de vender su actual inmueble.
De la Vega se pronunció al respecto, expresando una gran tristeza y decepción por lo sucedido a pesar de sus buenas intenciones para con el club.
“Con dolor en mi corazón y decepcionado, decidí abstenerme de tomar las acciones de la Fundación Frits Schrouff. Los disturbios dentro del club llevaron esto a una situación incontrolable. Esto no beneficia a nadie. Para mí personalmente, mi propia seguridad es primordial. Sin embargo, no culpo a los fanáticos por luchar por su club”, señaló el empresario.
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“Debido a los eventos de las últimas semanas estoy en los medios como una persona poco confiable con intenciones falsas. Esa imagen es incorrecta. El club siempre ha estado conmigo en primer lugar. Es por eso que he sido tan persistente”.