Luego de la victoria frente al West Ham, el técnico del Arsenal, Arsene Wenger explicó que la decisión de abandonar el banquillo es para preservar la imagen del club ya que los aficionados están inconformes por su continuidad al mando de los Gunners y eso refleja al mundo un mal concepto de la institución.
"Personalmente, creo que este equipo es respetado en el mundo entero, mucho más que en Inglaterra. Los aficionados no han dado la imagen de unidad que quiero en todo el mundo y era doloroso porque creo que el club es respetado. Globalmente, la imagen que hemos dado no era la que me gustaría", dijo en conferencia de prensa al término del juego en el Emirates Stadium.
El estratega de 68 años de edad se mostró preocupado por la postura de la afición y dejó claro que su salida tiene el objetivo de cambiar la visión que se tiene del Arsenal.
"Para mí siempre ha sido una preocupación la manera en la que nuestro equipo es percibido en todo el mundo, por los niños que juegan en África, en China, en América.
"Esto no tiene nada que ver con los hinchas. Los aficionados no estaban contentos y puedo entenderlo. Es mi trabajo y tengo que vivir con ello", aseguró Wenger.