El Real Madrid ganó por 0-1 al Sevilla con un gol del brasileño Vinicius Jr., suficiente para lograr el tanto de la victoria y para "cambiar el chip", como pidió Zinedine Zidane, zanjar de momento su crisis y coger moral para el partido decisivo de la Champions League ante el 'Gladbach'.
En un duelo de urgencias, de necesidades, en un Ramón Sánchez-Pizjuán vacío, sin el ambiente clásico de todo Sevilla-Real Madrid, a ambos equipos les urgía ganar y cambiar la mala imagen de sus derrotas en la Champions, contra el Shakhtar ucraniano (2-0) los merengues y ante el Chelsea (0-4) los andaluces.
Con bajas en ambos conjuntos (Ramos, Mariano, Jovic, Carvajal, Valverde y Hazard en los de Zidane; y Vaclík, Escudero y Acuña en el cuadro de Julen Lopetegui), el Real Madrid tuvo una salida fulgurante y controló por completo el juego, pero con poco premio. Los madridistas, muy concentrados, con garra por estar heridos en sus orgullos y con una presión muy alta, se hicieron con el dominio total desde el inicio y gozaron de ocasiones claras, aunque les faltó efectividad para trasladar su neta superioridad al marcador.
El Madrid avisó a los 55 segundos, en un tiro cruzado de Vinicius que rozó el gol, lo que acrecentó el nerviosismo del meta Youssef Bounou, que reaparecía tras superar la Covid-19 y estuvo a punto de provocar el 0-1 a los 5 minutos en un fallo con el pie que peleó el incisivo Vinicius, aunque desbarataron el peligro entre el marroquí y Diego Carlos.
En la reanudación varió el guión. El Sevilla reaccionó, se fue arriba y metió en problema a un Real Madrid que bajó físicamente, cansado por sus últimos exigentes compromisos, aunque aguantó bien las embestidas de un conjunto hispalense mucho más vertical, mandón y protagonista, aunque no acertó en sus aproximaciones.
Lo intentó el neerlandés Luuk de Jong de chilena, a pase de Navas, en el 52, pero Thibaut Courtois resolvió sin apuros, y en alguna acción aislada de Lucas Ocampos, hasta que la pólvora mojada que antes habían tenido los merengues se convirtió en el 0-1 tras la maniobra del omnipresente Vinicius, en el minuto 55, al desviar lo justo un balón desde la derecha de Ferland Mendy.
A partir de ahí, y con los cambios ofensivos de Lopetegui para buscar más profundidad con Óliver Torres, Gudelj, Suso, En-Nesyri e Idrissi, el Sevilla se hizo dueño del juego, pero le faltó claridad para empatar ante un Madrid muy sólido, concentrado y trabajador, que neutralizó todos los intentos a la desesperada de los andaluces.