La Selección Mexicana avanzó a la siguiente ronda de la Copa Oro, pero la mejor noticia es, sin duda, que el grito homofóbico poco a poco va quedando en el olvido.
Al igual que en el duelo de mitad de semana ante Guatemala, la afición que se dio cita en el Cotton Bowl de Dallas, Texas, se comportó a la altura y evitó que el Tri se viera comprometida.
Han sido muchos los intentos por parte de la Federación Mexicana de Futbol para tratar de erradicar todas las muestras de racismo, y aunque comenzó con el pie izquierdo la Copa Oro, parece que la afición que radica en los Estados Unidos ha comprendido la situación.
Una vez más el Cotton Bowl de Dallas fue una fiesta tricolor, sobretodo porque el tricolor les ofreció un buen espectáculo en los primeros 45 minutos del partido.
Sin embargo, las alertas siempre se mantienen encendidas y más aún cuando en el segundo tiempo El Salvador puso en aprietos a la Selección Mexicana.
A pesar de ello, las aficiones de México y El Salvador disfrutaron el partido, y ni siquiera el mal accionar de México en la segunda mitad ni la calentura del partido fueron motivo suficiente para que el grito parecería.