El futuro de Ronda Rousey es incierto tras haber sido noqueada en 48 segundos por Amanda Nunes en la pelea estelar del UFC 207 que se celebró en la TMobile Arena.
La exreina de las Artes Marciales Mixtas, quien no quiso dar declaraciones tras perder en su regreso al octágono después de meses de ausencia, este domingo rompió el silencio.
“Quiero dar gracias a mis fans, han estado no sólo en los mejores momentos, sino también en los duros. No tengo palabras para expresar lo mucho que su apoyo y amor significan para mí.
“A veces, aunque te prepares, des lo mejor de ti y desees algo con todas tus fuerzas, las cosas no salen como planeas. Me siento orgullosa de ver lo lejos que ha llegado la división femenina de UFC y sólo tengo palabras de elogio para todas las mujeres que lo han hecho incluida Amanda”, expuso Rousey a través de un comunicado de prensa.
“Necesito un tiempo para reflexionar sobre mi futuro. Muchas gracias por creer en mí y por entender mi situación”, enfatizó.
La pregunta en el aire es si Ronda volverá a pelear o si el combate de este viernes fue el fin de una era en UFC. El 15 de noviembre de 2015 la peleadora californiana perdió el invicto al caer ante una patada de Holly Holm en el UFC 193 con un tiempo oficial de 58 segundos sobre el octágono.
Trece meses después, Ronda fue liquidada en 10 segundos menos ante Amanda y ahora suma dos nocauts consecutivos tras un reinado de 12 victorias.
Su regreso al octágono significó para Rousey (12-2-0) 3 millones de dólares, con lo que empató la mejor paga en la historia de la UFC que tenía en su poder el irlandés, Conor McGregor.