Shoot 'em up, uno de los géneros más longevos de la industria, ha conseguido mantenerse vigente gracias al surgimiento de títulos que marcan época por sus mecánicas innovadoras o por su intenso gameplay; sin embargo, la gran mayoría de los juegos sólo buscan refrescar la fórmula clásica y quedan lejos de brindar algo nuevo que valga la pena.
Existen otros que, inspirados por los mejores exponentes, intentan generar una identidad propia al tiempo que evocan la grandeza del género, dando como resultado un producto satisfactorio y cumplidor, como ocurre con el nuevo Iro Hero.
Desarrollado por Artax Games y publicado por Eastasiasoft, Iro Hero es un shoot 'em up disponible actualmente para Nintendo Switch, el cual homenajea al gigante Ikaruga, pues su mecánica principal se basa en el cambio de color —o polaridad— entre rojo y azul para poder destruir a tus enemigos (de color diferente) y absorber sus disparos (del mismo color).
Sin embargo, la historia de Iro y su gameplay no son tan cautivantes como las de su musa, sobre todo porque la nave del protagonista no se siente rápida y le falta más intensidad a la acción, a pesar de la vorágine de enemigos que aparecen en tu pantalla.
Esta falta de velocidad en la nave provoca que los nueve niveles con los que cuenta el juego se vuelvan sumamente complicados, poniendo a prueba tu paciencia y tolerancia a la frustración; en muchas ocasiones, solamente podrás superarlos después de varios intentos y apelando a tu buena memoria para recordar bien los patrones del escenario y adversarios.
Aun así, Iro Hero resulta lo suficientemente entretenido para querer perfeccionarlo, la banda sonora es bastante buena gracias al uso de melodías con estilo retro, al igual que los gráficos, que también hacen recordar a los 'matamarcianos' de los 90s.
No es innovador, pero sin duda Iro Hero posee los elementos necesarios para recordarnos que los shoot 'em ups nunca 'pasarán de moda'. Si eres entusiasta de este género, el título de la desarrolladora española es algo que debes probar y el Switch es la consola ideal para hacerlo, pues gracias a su portabilidad puedes disfrutar de minutos de adrenalina —o frustración— adonde quiera que vayas.