De semblante duro y rocoso; fuera de lugar en cualquier lugar; intimidante como nadie. Así es Daniel Rojo, un exmafioso español que fue el terror de Barcelona durante la década de los ochenta y que ahora se encarga de cuidar el tesoro más preciado de la ciudad catalana: Lionel Messi.
Su historia es controversial y oscuro en la mayoría de sus pasajes. Desde los 15 años, el mundo del crimen llamó su atención. Con la mirada un tanto cínica, 'El Rojo' presume haber vivido en el lujo y el exceso gracias a las ganancias que le daba su vida de mafioso.
"Robé cerca de 500 bancos", le relata a Antonella Lazzeri, reportera del rotativo británico The Sun, con quien tuvo una 'cita' al momento de revelar sus más íntimos secretos.
"Gané cerca de 60 millones de euros; gastaba cerca de un millón al año en drogas y en prostitutas de alto nivel... pero no había amor en mi vida", comenta Daniel, mientras recuerda sus negros pasajes.
Tras autoexiliarse de España, huyó a Colombia a 'crecer' como delincuente. Sin embargo, en 1993 decidió volver. Aunque no fue lo mejor para él. 'Dani', como le permitió llamarle a Lazzeri, estuvo preso siete años, situación que lo hizo tomar otro camino al salir.
"Decidí cambiar de vida y me metí en el mundo del futbol", afirmó.
En 2006 empecé a trabajar con el Barcelona. En esa época Rijkaard era el entrenador y el club me mandaba a recoger a los jugadores que habían bebido. Un día me mandaron a recogerlo tras un entrenamiento. Messi es un chico humilde y cuando comía se sentaba a mi lado y yo le contaba mi vida", recuerda 'Rojo', quien a pesar de ya no proteger a Leo, desde hace dos años, aún lo frecuenta.