El Coronavirus cambió por completo al mundo y la desigualdad social no podía estar exenta de eso. La NBA se unió para reanudar una temporada quebrantada por la pandemia y tras su reanudación dejó de ser la misma. En un acto sin precedentes, jugadores del Jazz y Pelicans se arrodillaron en conjunto durante el himno nacional, para dar voz a aquellos que exigen justicia racial e igualdad en la sociedad.
Utah se impuso 106-104 a New Orleans con una tan inesperada como sobresaliente actuación de Jordan Clarkson quien encestó 23 puntos, pero no le fueron suficientes para quedarse con el protagonismo de una noche en la que el resultado fue lo que menos importó. Al glorifico ambiente tras un prolongado encierro y el pronunciado mensaje de justicia racial le sobraban argumentos para acaparar la atención.
Y es que hasta la primera canasta encestada fue cortesía de Rudy Gobert, porque, qué sería de la historia si no regalara esas revanchas que nutren sus anales.
El francés fue el primer positivo en la liga y su caso orilló a suspender de súbito las acciones en las duelas y ahora fue él quien inauguró esta nueva normalidad en una burbuja en la que 22 equipos se encuentran enclaustrados para poder finalizar este atípico año. La Liga está de vuelta, y con ello, una nueva era que promete una unión nunca antes vista, a pesar del distanciamiento social.