En una reveladora entrevista con Graham Bensinger, la presidenta de Los Angeles Lakers, Jeanie Buss, hizo una impactante acusación contra otro propietario de la NBA. Durante un descanso en una reunión, Buss compartió cómo fue manoseada, exponiendo los desafíos que enfrentó en la liga.
El escándalo salió a la luz durante la entrevista, generando preocupación y dirigiendo las alarmas hacia la Asociación Nacional de Baloncesto. La acusación de Buss arroja luz sobre la seguridad y el trato hacia las mujeres en el entorno de la NBA.
Buss describió el lamentable episodio durante una pausa del almuerzo, destacando su sorpresa y la pérdida momentánea de confianza. Su relato revela la vulnerabilidad que experimentó y plantea preguntas sobre la igualdad de género en un entorno que tradicionalmente ha sido dominado en cantidad por hombres.
"Mientras estábamos esperando, tomando un descanso en una reunión y todo el mundo estaba haciendo cola para el buffet durante la pausa del almuerzo, alguien me agarró el trasero. Me di la vuelta y me quedé muy sorprendida. Fue como, de nuevo, si no tuviera la confianza que mi papá puso en mí. Ese fue un momento en el que quise encogerme y no ser nada, que me habría enfermado y dicho: 'Tengo que irme'. ¿Realmente pertenezco aquí?' Realmente no soy una más del grupo. Como si me hubieran señalado. Me hizo sentir muy cohibida", expresó.
La acusación de Buss ha generado controversia y ha resonado en la sensibilidad del público. Aunque conocida por su presencia polarizadora, esta revelación ha provocado una reflexión más profunda sobre el trato a las mujeres en un contexto deportivo de alto perfil.