Enrique Zúñiga se asomó sigilosamente hacia la duela del Thomas & Mack Center de Las Vegas y miró con asombro el calentamiento de una constelación conformada por algunas de las más grandes estrellas de la NBA, liderados por un imponente Kobe Bryant. Para México, enfrentar a un equipo de Estados Unidos repleto de talento era una derrota anunciada, pero en una muestra de su perpetua humildad, 'Black Mamba' estrechó la mano del mexicano y le deseó 'buena suerte' en su perfecto español.
La selección mexicana de basquetbol perdió aquella noche del 27 de agosto de 2007 por marcador de 100-127 en el Campeonato FIBA Américas frente a un combinado estadounidense con matices de Dream Team, pero el exjugador de Los Ángeles Lakers les dejó una enseñanza más allá del basquetbol.
“Era un jugador muy humilde, cuando estaba por comenzar el partido se acercó a mí y me dijo 'buena suerte' en español. Eso te habla de la calidad de ser humano que tenía”, recordó Zúñiga para RÉCORD, quien actualmente es director de la NBA Latam Academy y entrenador de la selección femenil.
“Creo que el aprendizaje de él no me lo deja en la cancha, es algo más, fue un muy buen ser humano, un muy buen padre que se notaba que era una persona que, por cómo lo criaron, tenía la parte que lo hizo crecer como ser humano y aparte de buen jugador fue una persona muy importante para todos, no nada más por jugar basquetbol”, dijo a su vez Héctor Hernández, actual jugador de Capitanes de la CDMX.
Corría el minuto 3 del tercer cuarto de aquel encuentro, México perdía 69-92 cuando Romel Beck llevó el balón hasta la esquina derecha de la cancha con la férrea marca de Bryant encima. Entonces, el nacido en Magdalena de Kino hizo un crossover que dejó a Kobe fuera de la jugada y desató su furia.
“Yo estaba a cuatro metros cuando Romel hace el crossover. Cuando acabó el partido en el vestidor le dijimos '¿qué hiciste?' Íbamos bien, estábamos jugando muy bien pero le hizo el crossover y Kobe a partir de ahí se encendió. Yo voltee a ver la pantalla y no dejaban de pasar la repetición, yo pensaba 'por favor, ya dejen de ponerla'. Vi cómo Kobe volteó a la pantalla y vio la jugada, además del '¡uhhh... !' de la gente. Desde ahí fueron puras clavadas de Kobe, creo que eso habla de su humildad, de tomar el reto ante un jugador de una selección inferior”, comentó Zúñiga, de 43 años.
“Me acuerdo muy bien de ese crossover que creo que a Romel gracias a eso le fue muy bien en su carrera y lo ayudó a salir adelante”, puntualizó el chihuahuense Hernández.
