Una auténtica fiesta se vivió entre la afición panameña, después de que Felipe Baloy anotara el primer gol de esta selección en las Copas del Mundo.
Los seguidores presentes en las gradas del Nizhny Novgorod Stadium enloquecieron, después de que el capitán del cuadro canalero consiguiera el único tanto, en la goleada que sufrieron frente a Inglaterra.
Después de que cayera la diana, la gente se abrazó, tomó fotos, gritaron y bailaron en el estadio, a pesar de que el marcador frente los europeos era imposible de revertir.
También en Panamá, los presentes que veían el partido en televisión 'perdieron la cabeza' y festejaron el primer tanto de los canaleros en los Mundiales.