Andrés Guardado, mediocampista del PSV, se dijo orgulloso por el partido realizado por su equipo en el Vicente Calderón, aunque se queda con un sabor "agridulce" porque el esfuerzo no fue suficiente y quedaron eliminados de la Champions League.
"Nos sentimos orgullosos. Nos daban por perdidos antes de comenzar la eliminatoria y a nosotros nos hizo motivarnos más. No somos un equipo fácil, podemos ganar a cualquiera, aunque nos llevamos una decepción por la derrota.
"El partido podía ir para cualquier lado. Creamos peligro y estuvimos cerca. Al final te queda un sabor agridulce. Plantamos cara, pero la derrota es muy dolorosa", aseguró el futbolista azteca.
En tanto, el entrenador de la escuadra holandesa, Phillip Cocu, reveló haber tenido que administrar bien sus cambios, pues diversos jugadores presentaban molestias físicas, entre ellos Andrés Guardado.
"El cambio de De Jong no fue por los penaltis. Tenía fuertes calambres y fue un cambio obligatorio. Tuve que esperar al último cambio porque Guardado también tenía problemas físicos", afirmó el estratega.
Los sentimientos de Phillip tras caer en el Vicente Calderón son contradictorios, por un lado se encuentra el orgullo de haber realizado un buen partido, y por el otro la decepción de decir adiós al sueño de la Orejona.
"La sensación que me queda es contradictoria. Por un lado queda mucho orgullo por los dos partidos que hemos jugado tan bien contra el Atlético. Aquí, en su estadio hemos demostrado mucha clase, tácticamente. Hemos estado bien también en los penaltis, y por eso hay decepción", dijo.