Mauro Quiroga, atacante del Necaxa y goleador de la institución de Aguascalientes, confesó que todas las dianas que anota son dedicadas a sus abuelos Emilia y Juan, ambos fallecidos.
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Cuando anota, al argentino se le puede ver conmovido con la mirada al cielo y los brazos levantados. De igual manera, comentó que no tiene ninguna costumbre extraña antes de entrar al campo de juego, lo único que necesita es a Dios y a sus familiares.
“No soy de tener cábalas, lo único que hago entrando al campo es mirar al cielo y pedirle a Dios y a mis abuelos que me acompañen y me cuiden siempre”, mencionó el artillero del Rayo a ESPN.
El Comandante, quien perdió a su abuela materna hace 10 años y a su abuelo hace siete, cuenta con sus nombres grabados de por vida en los brazos.
“Sus nombres los tengo tatuados en mis brazos. Ellos no me criaron, lo hicieron mis papás, pero ellos eran muy cercanos a mí. Realmente de las personas más importantes que tuve en mi vida. Ambos me vieron jugar desde pequeño y en mis comienzos como profesional; hoy deben estar muy orgullosos. Yo comencé a jugar en mi equipo de barrio, se llamaba Almagro, y ellos siempre estaban allí. Me vieron jugar hasta que yo era ya un joven”, comentó nostálgico el artillero argentino.
El Sudamericano concluyó hablando sobre el récord que logró y que lo coloca junto a Gignac, como el jugador con más goles en los dos últimos torneos de liga.
“Obviamente, uno siente orgullo por lo que va consiguiendo en cuanto a objetivos y, sobre todo, en lo colectivo y en lo personal. Pero trato de tomármelo con mucha tranquilidad y siempre con el enfoque de seguir trabajando y seguir dando lo mejor por el equipo, que es lo más importante”, finalizó.