Leo Beenhakker murió este jueves, dejando en sus espaldas un gran legado y valiosos momentos para el América y su afición debido a su gran impacto en el equipo.
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El entrenador neerlandés marcó época gracias al estilo de juego que logró plasmar sobre la cancha. Además, es recordado por haber debutado a Guillermo Ochoa e impulsar el desarrollo de Cuauhtémoc Blanco, jugador con el que tiene una anécdota peculiar.
Cuando recién se incorporó el técnico neerlandés al conjunto de Coapa, ‘Cuau’, conocido por su personalidad atrevida, quiso hacerle una broma regalándole desodorantes y lociones, esto debido a que “olía mucho a sudor”.
Sin embargo, Beenhakker interpretó estos gestos como si fueran halagos y ayudó a que forjara una buena relación con el ‘Divo de Tepito’
“Llegó Beenhakker, que no conocía las groserías y pensaba que eran un halago. A Beenhakker le ponía desodorantes y lociones, porque los europeos no los utilizaban. Cuauhtémoc se los regalaba porque olía mucho a sudor, y Leo pensaba que eran regalos. De ahí se generó buena comunicación y le otorgó más minutos”, contó José Enrique Rondón, exjugador del América, en declaraciones recogidas por ESTO y La Afición.
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