Nicolás Castillo regresó y fue guía al América al triunfo. El chileno se reencontró con sus compañeros en un estadio de futbol tras dejar atrás una fractura en el peroné, y en menos de un minuto hizo la diferencia para las Águilas.
El primer tiempo estuvo marcado por las imprecisiones, donde el Puebla fue superior aunque sin la contundencia para vencer a un inspirado Memo Ochoa.
Para la parte complementaria, Miguel Herrera realizó algunas adecuaciones en su once y mandó al campo a Andrés Ibargüen, con quién de inmediato se percibió la mejora ofensiva.
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Las Águilas dieron avisos de su peligrosidad, pero los camoteros se salvaron en diversas ocasiones. Sin embargo, Nicolás Castillo estaba listo para robarse el espectáculo desde el banquillo, cuando fue llamado por Álvaro Galindo.
El chileno entró al campo, repartió indicaciones, corrió al área y anotó el gol que inclinó la balanza azulcrema.
Después de tres meses de ausencia, el sudamericano se reencontró con la actividad y con las redes en menos de un minuto en el campo. Puebla no supo cómo reaccionar ante el dominio americanista, comenzando a ceder metros y espacios que los de Coapa supieron capitalizar.
A unos minutos del final, Andrés Ibargüen contó con una dosis de suerte para ampliar la ventaja y sellar el triunfo de las Águilas al quedarle la pelota tras la salida de Vikonis, mandando el balón al fondo de las redes.
Este resultado le permite al América mantenerse en los primeros lugares del certamen y conseguir su segundo triunfo en los últimos 10 partidos de Liga, reencontrándose con la victoria y la contundencia.
