Lebrija no tiene miedo a demanda de Cardozo

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MEXSPORT
| 01 Ene, 2013

MARIO PALAFOX



 

Rafael Lebrija, ex presidente del Toluca, expresó que no tiene miedo a una demanda por parte de José Saturnino Cardozo, pues explicó que la indagatoria por amenazas de muerte la realizó la Procuraduría de Justicia del Estado de México, pero dejó claro que no quiere dar más detalles.

"No sé a quién van a demandar, que demanden a quien quieran. ¿A quién van a demandar, a Toluca, al Tuca, a mí? Que nos demanden, qué vamos a hacer, son suposiciones, de qué nos van a demandar, de que los panfletos existían. Ya no voy a insistir en más de esto, ya se dijo lo que se tenía que decir. Vaya usted a la procuraduría, al departamento jurídico de Toluca”, explicó Lebrija, luego de que un día antes señaló que el ex goleador del Toluca fue quien estaba detrás de las intimidaciones.

"Hasta ahí llegué, ya lo expuse muy claro. Intervino el departamento jurídico del club Toluca, se preguntó el Consejo: ‘¿hasta dónde llegamos?, hasta donde sea necesario’, así lo manifestó el licenciado Valentín (Diez); el jurídico procedió ante la procuraduría, ellos realizaron la indagatoria, le preguntaron a las dos personas que repartieron las pancartas o los documentos en la entrada del estadio, eso fue todo”.

Lebrija fue claro al indicar que no hubo delito, sino una indagatoria en el caso de los panfletos para desprestigiar y posteriormente amenazar al Tuca.

"No fue delito, presentamos la indagatoria. No hay delito, eso lo dirá o no la procuraduría. Estamos hablando de algo que aconteció y el club Toluca tomó la decisión. Se tomó la decisión de la indagatoria, pregúntele a la procuraduría, ellos hicieron la investigación.

"El objetivo era que se averiguara con respecto a los panfletos y las amenazas que existían, fue la razón por la que se llevó a cabo la solicitud ante la autoridad, para que procediera. Comenzaron con los panfletos, atacaron al Tuca, luego hacia mí y después llegaron las amenazas”, apuntó Lebrija, quien ya no quiso dar más detalles del caso, tras siete años.