IVÁN CAÑADA
El Estadio Azul lucirá su nueva cara. Sin rejas que separen a la tribuna de la cancha. Por primera vez en la historia del feudo, la visibilidad de sus seguidores hacia el terreno de juego será ‘limpia’, un marco perfecto para que la parcialidad celeste disfrute del partido ante Puebla, un rival al que están acostumbrados a vencer.
La estadística es dura y contundente, el del Estadio Azul suele ser un campo complicado para La Franja que sólo ha conseguido ganar en un par de oportunidades a lo largo de la historia de los torneos cortos.
En el Clausura 2009 y el Verano 2001 se registran las dos únicas victorias para los Camoteros en territorio cruzazulino, evidencia de una ‘paternidad’ celeste en los últimos tiempos, desde el Invierno de 1996, marca que el plantel actual pretende alargar.
"Las estadísticas se van dando partido a partido, ahora es una nueva oportunidad que se nos brinda a los dos equipos. Nosotros trataremos de ganar y ojalá pueda seguir esa estadística”, recalcó César Villaluz tras conocer la nueva versión de su ‘casa’.
Por su parte, Gerardo Flores antepone la necesidad de ganar por el simple hecho de estar ante su afición, y alerta que la racha puede motivar al rival.
"Esperamos que siga así (la tendencia), vamos a ir con todo a que el marcador sea a nuestro favor, tenemos que salir con esa mentalidad. Necesitamos ganar a como dé lugar en casa y seguramente César posa en una portería, en las instalaciones de La Noria. ellos van a venir a buscar el marcador”, dijo Flores.
A pesar de ser el cuarto lugar en la tabla general, Cruz Azul pretende recuperar la certeza frente al marco, misma que ha faltado en los dos últimos partidos, para volver a la senda del triunfo y mantenerse lo más cerca posible de la cima de la clasifi cación.
"Venimos de una derrota, así que es importante ganar para sumar y estar pegados en los primeros lugares, es a lo que aspira el equipo, a lo máximo, al superliderato, y que se pueda entrar a la Liguilla lo mejor posible. Los goles caerán cuando tengan que caer, no desespera ni frustra”, concluyó Villaluz.