Lamar Jackson, mariscal de campo de los Baltimore Ravens, se prepara para enfrentar a los Pittsburgh Steelers este sábado en el juego de comodines, decidido a dejar atrás su historial de decepciones en los playoffs.
Después de seis temporadas en la NFL y un récord de 2-4 en postemporada, Jackson asegura haber aprendido una valiosa lección: mantener sus emociones bajo control.
“Simplemente me emocionaba demasiado”, admitió Jackson tras la práctica del martes. “Eso es todo. Demasiado nervioso. Veía cosas antes de que sucedieran, como, ‘Oh, tengo que calmarme’. Pero al tener más experiencia, encontré una manera de equilibrarlo”.
El dos veces MVP de la NFL nunca ha llegado al Super Bowl, y su desempeño en playoffs ha estado marcado por las pérdidas de balón. En seis aperturas en esta instancia, ha lanzado seis intercepciones y perdido tres balones sueltos, algo que reconoce como un factor clave en sus derrotas.
“Tienes que tratar de no cometer errores”, señaló Jackson. “El juego se gana con la batalla de las pérdidas de balón y manteniendo el balón bajo tu control, moviendo el balón campo abajo, consiguiendo primeros downs, poniendo puntos en el balón. Obviamente, así es como se ganan esos juegos”.
Aunque Jackson no se detiene mucho a pensar en las derrotas de su juventud, hay una que todavía le pesa: la caída por 17-10 ante los Kansas City Chiefs en el Juego de Campeonato de la AFC la temporada pasada.
“Ese es probablemente el único juego de playoff en el que pienso”, confesó Jackson. “Fue allí mismo. Pero mi mente, ahora estoy concentrado. Es lo que es en este momento”.
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