A pesar de la preocupación que existía por el estado de la nueva cancha híbrida, Cruz Azul completó sin inconvenientes su primer partido en el Coloso de Santa Úrsula.
Si bien es cierto que el césped no lució en óptimas condiciones, la cancha se comportó a la altura de un encuentro de Primera División, aunque quedan muchos detalles por resolver.
Y es que la novedosa superficie sintética aún cuenta con algunas áreas que muestran el desgaste por los trabajos realizados, además de que se pudo apreciar que el balón corría con dificultades, pues daba ligeros brincos al pasarla de un lado a otro.
Cabe destacar que en la conferencia de prensa, Pedro Caixinha alabó la intención de mejorar la calidad del espectáculo, aunque advirtió que la cancha no estaba al cien por ciento.
Se espera que los trabajos de optimización del terreno continúen durante la semana, y quizás para el duelo de la jornada 3 ante Tigres, la cancha luzca en mejores condiciones.
