Chivas, en casa, es un cheque al portador. Pese a la sacudida en el once inicial, el equipo de Matías Almeyda continúa sin encontrar la portería rival y cayó frente a Santos.
El Pelado modificó su defensiva central, que tanto había sido blanco de críticas, pero la inclusión de Jair Pereira y Oswaldo Alanís no resultaron ser la solución que el Rebaño esperaba, ya que los de la Comarca Lagunera, sin ser tan insistentes al ataque, lograron marcarle dos anotaciones a los tapatíos.
Guadalajara repitió su historia del Clausura 2018, controló la pelota, intentó ser agresivo, pero continúa teniendo una ofensiva sin contundencia al frente.
Los Guerreros fueron pacientes e inteligentes, cualidades que vieron recompensadas en una desconcentración defensiva, en donde Abella mandó un servicio rumbo al área de Chivas, desde tres cuartos de cancha, donde Julio Furch aprovechó las facilidades y remató sólido con la testa para abrir el marcador.
A partir de ese momento, los fantasmas de la irregularidad rojiblanca rondaron las cabezas de los jugadores, cayendo en desesperación, que se vio reflejada en errores en pases a compañeros cercanos, debido al deseo de mover rápido el balón.
Almeyda no se guardó nada para la parte complementaria, mandando al campo a Ronaldo Cisneros, Orbelín Pineda y Gael Sandoval, pero pese a la insistencia y posesión del esférico, no pudieron marcar diferencia.
Djaniny Tavares demostró que continúa en plan grande en el certamen, logrando anotar su séptima diana de la campaña, tras capitalizar un servicio cruzado, similar a la del primer gol, para empalmarla de primera para darle dirección de puerta.
La polémica no faltó en el Estadio Akron, ya que en una jugada, Carlos Izquierdoz habría metido la mano para cortar la trayectoria de la pelota dentro del área, pero el silbante no lo marcó.
Chivas continúa con su fragilidad en casa, ya que desde la obtención de la corona, han disputado 12 encuentros en su casa, donde solamente han ganado en una ocasión, el 28 de octubre de 2017, frente a Xolos.