Será un febrero loco para las Águilas, ya que durante este mes acumularán ocho partidos en total, con un promedio de descanso de tres días entre cada encuentro.
Este trajín lo comenzaron desde el duelo contra Lobos, el sábado pasado, y continuó con el amistoso frente al Toronto FC que estuvo de visita en el CAR.
El preparador físico de Selecciones Nacionales Menores, Vicente Espadas, explicó el proceso que deben seguir los jugadores después de tanta actividad, sabiendo que el rendimiento no puede ser al máximo con una seguidilla de encuentros.
“El futbolista está capacitado para responder ante ciertos estímulos como lo que son un partido de futbol, al máximo nivel es complicado por el número de horas, pero nuestro organismo se recupera. Sin embargo, también hay que distribuir las cargas, no te van a rendir al más alto nivel en todos los partidos”, expresó.
Además, dijo que esto no es un tema exclusivo del balompié mexicano, pues desde las Ligas europeas han adoptado la participación de varios torneos que ha obligado al preparador físico de cada equipo a tener un plan específico para recuperar a sus jugadores.
“Esto es un tema a nivel mundial, porque las grandes plantillas en las Ligas europeas tienen esta actividad y ya nosotros estamos copiando esas dinámicas en partidos, donde se juega en fin de semana y a mitad de semana; se ha convertido en que el entrenamiento del día siguiente sea regenerativo y al día posterior sigue siendo trabajo regenerativo, principalmente se ocupan 24 y 48 horas para recuperar”, agregó.
Uno de los métodos más efectivos para la recuperación de los jugadores es con el ya famoso hidromasaje, que consiste en meter el cuerpo a bajas temperaturas y contrastar con temperatura templada para relajar los músculos.
Entre los encuentros de Liga y Concachampions, las Águilas tendrán una intensa actividad, el cuadro base de Miguel Herrera deberá estar bajo observación para no verse afectado, en especial Henry Martín y Edson Álvarez tienen un duelo más por haber participado con el Tricolor.