Son pocos los jugadores de futbol que tuvieron posibilidades de estar en tres de los clásicos más importantes del futbol mundial. Argentina, España y México fueron los destinos en los que Oscar Ruggeri, dueño del área de la Albiceleste, Campeona en el Mundial de México ‘86, pudo desplegar su magia defensiva.
Hoy, lejos del balón y dedicado absolutamente a la familia, el 'Cabezón' disfruta del futbol desde un sillón, sólo cuando juega algún equipo que le interesa.
“Los clásicos son todos picantes. El estadio siempre está a 'full' y en eso no hay distinción de países. Tuve la suerte de vivir clásicos en Argentina, México y España… gracias a Dios me tocó jugarlos y se viven de la misma manera. Quizás en cuánto a las hinchadas no se refleja tanto lo que sucede en Argentina, pero en México se vive con mayor intensidad de la que se vive en España, por ejemplo. No comparo con Argentina porque acá es una locura pero México se está argentinizando bastante.
"Espero que sigan sentados y disfrutando como lo saben hacer y la afición no adopte lo peor de nuestro folclore”, le aseguró el 'Cabezón' a RÉCORD, en exclusiva.
De inmediato, Ruggeri echó a andar la memoria para recordar su primer gran partido que fue enfundado en la playera de las Águilas, allá por 1993 en el Estadio Azteca.
“Yo veía que se levantaba uno de América y al lado tenía a un fanático de Chivas y no pasaba nada. Eso no tienen que perderlo jamás. En la cancha el pique es el de siempre: si pierdes tienes días complicados por delante, pero no más que eso”.
Más allá del clásico en sí, está el plus de un tipo picante como La Volpe y del otro lado uno más tranquilo como Almeyda.
"¡Ah, sí, eso sin dudas! El Bigotón te lo hace más picante", declara sabiendo cómo son las cosas, conociendo muy bien al mexicano.
"Nosotros teníamos un gran equipo porque llegó Hugo Sánchez, Martellotto, Zague. Teníamos un equipo importante, había jugadores de mucha categoría. Nos tocó ganar en el juego de local. Se habla mucho tiempo antes, la gente está entusiasmada, todos quieren ver ese partido. Matías (Almeyda) no va tan al hueso como La Volpe pero tiene lo suyo. Son dos grandes entrenadores en un partido que te marca mucho".
Ahora empataron y se juegan a todo o nada el fin de semana.
"Matías posiciona muy bien a Chivas porque es un chico que sabe, que se preparó y que tiene ganas de dirigir sabiendo lo que era ese club. Todos sabemos lo que son los clubes en México. Hoy ya no se va por ir a querer cobrar un dinero y nada más. Hoy se va a pasarla bien y a que nos vaya bien en lo deportivo porque México es un buen trampolín y Almeyda lo está haciendo muy bien.
"La Volpe tiene años en México, conoce a la afición, al jugador, a la prensa. Son dos pesos pesados, uno con mayor experiencia que el otro, pero son dos equipos muy grandes con dos entrenadores a la altura de las circunstancias. Lo deben estar viviendo muy en grande allá (México).
El nacionalismo de Chivas y la pasión de América.
"Enormes los dos. Hoy no va cualquiera a México y los dirigentes tienen muy claro eso. Por ahí en mi época el que iba a México iba con la idea de instalarse dos o tres años para hacer la diferencia económica y nada más. Hoy los jugadores que van quieren pasarla bien y triunfar. Y a los que van les advierto, todos piensan que van a México y juegas y les cuento que no juega cualquiera en la Liga MX. Es difícil, es muy difícil y se los digo yo que jugué y dirigí. Hay que hacerlo bien y siempre dejar las puertas abiertas".
¿Extrañas? ¿Volverías?
"No extraño nada del futbol. Me dedico a mi familia, a acompañar a mi hija en este sueño de formar parte de los medios. Y ahora a disfrutar de acompañarla en cada paso. Disfrutar de ella, de la familia, de mi mujer, de mis nietos. No extraño nada porque el futbol está en un momento que prefiero verlo de lejos".
¿Qué puede pasar en la definición de este Clásico?
"Espero que salga un partido con muchos goles y que gane el que mejor haga las cosas. Imposible predecir porque sus entrenadores son sabios y trabajadores".
"Todos los partidos fueron buenos recuerdos porque los viví bien, con ganas, con felicidad de participar, pero si me preguntas por un partido, creo que el que me tocó dirigir para Chivas en el Azteca que fue un partidazo y terminamos ganando", relató haciendo referencia a la Jornada 14 del Verano 2002, Clásico en el que Chivas se impuso por 2-3 tras ir perdiendo.