LUIS SALAZAR
Cruz Azul tuvo este sábado un juego irregular frente al Morelia y se llevó un empate a cero goles que no ilusiona para nada a sus aficionados.
La Máquina se presentó ante su gente, a quienes intenta convencer que ahora sí les dará una alegría y un motivo por sentirse orgullosos. Debutaron los refuerzos Mariano Pavone, Pablo Barrera y Amaranto Perea. Jugó todo el plantel disponible, salvo las bajas de los tres seleccionados olímpicos.
En el primer tiempo, Cruz Azul no tuvo ni intención de ganar ni futbol, nunca pudo apoderarse del balón y originar oportunidades reales de gol. Mariano Pavone, nuevo refuerzo en la delantera, se creó un par de jugadas pero no inquietaron a Vilar.
Morelia fue un rival que esperó e intentó contragolpear. Su jugada más peligrosa fue casi al final de la primera mitad: a Pablo Barrera le cometieron un falta cerca del área rival que no marcó el árbitro y en contragolpe, Morelia tomó desprevenido a La Máquina, Miguel Sabah se quitó un defensa y tiró, el balón estuvo cerca de rebasar la meta pero Flores evitó el gol cerca de la raya.
En el segundo tiempo, Vázquez realizó tres cambios ofensivos para buscar ganar: entraron Maranhao, Chaco Giménez y Chuletita Orozco. Hubo un par de jugadas, una del brasileño y otra del mexicano, pero ambas mal definidas. Morelia cuidó el empate y su punto, y ambas las logró.
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