En un hecho histórico, Luis Enrique, técnico de Barcelona, decidió terminar el partido contra el Villanovense con diez jugadores, pese a que aún le sobraban dos cambios.
Al minuto 79, cuando el marcador ya era de 6-1 a favor del cuadro culé, Mathieu se lesionó y tuvo que abandonar el encuentro, a lo que el estratega español prefirió no arriesgar a ninguno de sus futbolistas, teniendo a Claudio Bravo, Iniesta, Neymar y Suárez en la banca.
Tras la goleada contra el modesto equipo de la Segunda División B, el estratega español dijo no estar arrepentido por dicha acción que algunas personas lo tomaron como un acto de soberbia.
“Decidí no arriesgar con Mathieu y los que estaban esperando en el banquillo estaban fríos y no estaban para salir. Pido disculpas si alguien se puede haber sentido ofendido, pero lo volvería a hacer”, señaló.
Algunos analistas como David Faitelson y Rafa Puente criticaron fuertemente la decisión de Luis Enrique.