El Chelsea se encuentra inmerso en una crisis a consecuencia de las sanciones impuestas a Roman Abramovich, el dueño ruso del equipo.
Entre las restricciones, el conjunto de los Blues no puede venderles entradas a sus fanáticos no abonados, ni a los aficionados rivales que visitan Stamford Bridge, ni a quienes desean ver a su equipo jugar en el exterior.
Ante esta situación, el club emitió un comunicado este lunes solicitando al gobierno británico la autorización para la venta de boletos.
"Estamos presionando al Gobierno para que permita que nuestros seguidores tengan acceso a las entradas. Las reuniones se llevan a cabo diariamente en busca de una resolución. Además, la Premier League y la FA también están discutiendo con el Gobierno los problemas de integridad deportiva que surgen si no permiten que los fanáticos asistan", mencionan.
Asimismo, destacaron que "somos conscientes del alto nivel de frustración que enfrentan nuestros seguidores por este problema y estamos haciendo todo lo posible para resolverlo lo antes posible".
El gobierno le dio a la institución una licencia especial tras las sanciones tomadas contra el oligarca ruso la temporada pasada, que impide al Chelsea, y por extensión a Abramovich, generar nuevos ingresos.
Por su parte, los londinenses tendrán un tope de 24 mil euros por partido para organizar sus viajes como visitante, por lo que Thomas Tuchel lo tomó con humor.
"Según las últimas informaciones que he recibido, tenemos un avión. Si no, iremos en tren, si no, iremos en autobús y si no, conduciré un minibús", mencionó ante los medios.