Han pasado 15 días desde que el sismo del pasado 19 de septiembre causó severos daños en Puebla, Morelos y la Ciudad de México.
Poco a poco, la capital retoma su ritmo cotidiano, la Avenida Río Churubusco, presentó carga vehicular fuera de lo habitual, pues en el Foro Sol, U2 festejó 30 años del álbum que revolucionó su carrera, ‘The Joshua Tree’.
Ayer, el ambiente era diferente: había sonrisas, era una fiesta donde el público mexicano era el invitado de honor, los puños estaban en alto, pero no había silencio, todo era música y cantos, no importaron las horas que estuvieron formados, o de pie, la gente esperó con un enorme cariño a Bono, The Edge, Adam Clayton y Larry Mullen Jr. Cualquier señal bastaba, en el momento, para que más de 65,000 personas estallaran en júbilo.
Pasaron demasiados minutos desde la hora pactada hasta que por fin, uno a uno los irlandeses se apoderaron del escenario, la batería anunció que la celebración dio inicio y miles de gargantas gritaron cuando descifraron la primer canción de la noche ‘Sunday Bloody Sunday’. Bono, era el maestro de ceremonia: “Hola Amigos” y “Viva México” se oía en cada uno de los primeros temas, hasta momentos antes de que cantara ‘Cielito Lindo’.
Y así fue como U2 le devolvió la vida a la Ciudad de México tras días difíciles.