Tal parece que la huelga de hambre del exgobernador Javier Duarte funcionó... al menos para bajar de peso.
Después de que el ‘estoico’ priísta anunciara que ‘cerraría la boca’ con el fin de terminar la “cacería de brujas” que hay en su contra, los especialistas dijeron que dicha decisión está afectando sus órganos.
“Aunque consume miel e ingiere líquido, reporta pérdida de peso, por lo que es probable que su cuerpo haya comenzado a consumir sus reservas”, explicaron.
Aunque seguramente sus provisiones no son tan ‘poquitas’, todo el alimento del que se ha privado podría generar un daño muscular, renal y neurológico, aseveraron los expertos.
El veracruzano ingresó a la prisión pesando 110 kilos; sin embargo, ya ha perdido 5 kilos.