Todo el territorio que tenía el grupo Estado Islámico en Siria ha sido “100% eliminado”, anunció la Casa Blanca, aunque las autoridades indicaron que continúan los combates terrestres esporádicos y las resistencias del grupo.
El derrocamiento total del último baluarte del EI en Baguz, Siria, acabaría con el autoproclamado califato del grupo, que en su momento culminante abarcaba partes de Siria e Irak. Tener territorio bajo su control le daba espacio para lanzar ataques alrededor del mundo.
El presidente Donald Trump dijo que “ya era hora” de que el grupo no controle territorio en la región, después de una campaña liderada por Estados Unidos y fuerzas de la coalición que ha durado cinco años y abarcado dos presidencias estadounidenses, tiempo en el cual se arrojaron más de 100 mil bombas y murieron innumerables civiles.
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Autoridades estadounidenses familiarizadas con la situación en Siria dijeron que las Fuerzas Democráticas Sirias todavía luchan contra los últimos combatientes islámicos que están refugiados en túneles en acantilados a lo largo del río en Baguz y se han negado a entregarse.
La secretaria de prensa, Sarah Sanders, mostró a la prensa un mapa de Irak y Siria en el cual el grupo terrorista ya no controla territorio en la región. “Aquí está ISIS el día de la elección (de Trump)”, dijo, señalando una extensión de territorio roja que significa la ocupación previa del grupo, y luego uno sin rojo, “Aquí está ISIS ahora”.
Trump ha anunciado la inminencia de la victoria durante días. De forma más reciente lo hizo el miércoles cuando dijo que el triunfo se lograría esa noche, pero han resurgido células durmientes de combatientes.
