Se reporta que la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos fue inmediatamente objeto de críticas y "entristeció" al Papa Francisco.
Un comunicado publicado por el Vaticano que se realizó el sábado por la noche dijo que no debería haber "alusiones que ridiculicen las convicciones religiosas de muchas personas".
"La Santa Sede se sintió entristecida por algunas escenas ocurridas durante la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París y no puede sino unirse a las voces que se han alzado en estos días para deplorar la ofensa causada a muchos cristianos y creyentes de otras religiones", se lee en el comunicado.
"En un evento prestigioso en el que se reúne el mundo entero para compartir valores comunes, no debería haber alusiones que ridiculicen las convicciones religiosas de muchas personas. La libertad de expresión, que evidentemente no se cuestiona aquí, está limitada por el respeto a los demás".
Escena de “La Última Cena” hecha por drag queens
La actuación tuvo lugar durante un desfile flotante en el río Sena la semana pasada y contó con drag queens sentadas alrededor de una mesa con una persona, pintada de azul, sentada encima de la mesa. Muchos sostienen que la exhibición se parecía a la pintura de Da Vinci que representa una escena del Evangelio de Juan cuando Jesús anuncia que uno de sus apóstoles lo traicionará.
Un portavoz habría admitido al New York Post que el director creativo Thomas Jolly se inspiró en el cuadro de Da Vinci, "La última cena". Otros han afirmado que no hubo intención de ofender y que se trataba simplemente de un guiño a la mitología griega.
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