Llegó el momento de cambiar para poder mejorar
Vergüenza, tristeza, humillación y noche de terror fue lo que expresaron los encabezados periodísticos de ayer. El TRI nos decepcionó en todos los aspectos. Los futbolistas demostraron poco orgullo y les faltó manejo emocional. El planteamiento táctico no aportó una idea futbolística clara y la afición volvió al desafortunado grito discriminatorio. Se vive un momento de alerta ante la posible salida del técnico Diego Cocca y el domingo peleamos el tercer lugar de la Nations League contra Panamá.
La situación es complicada. Se decía que ya habíamos tocado fondo con lo de del Mundial de Qatar, sin embargo, aún pudimos dar esta exhibición bochornosa para dejar en evidencia y fuera de duda el pésimo momento que vive el futbol mexicano. Salimos reprobados en la cancha y en la tribuna.
Ante situaciones como ésta se mezclan emociones y puede haber confusión con lo que se siente y se piensa. La toma de decisiones se vuelve complicada y reaccionar enojados no dejará nada bueno.
Ochoa declaró: “Por supuesto que es una derrota que nos duele, que no es fácil de digerir… Tenemos que levantarnos, dar la cara y seguir”. Por su parte, Cocca expresó: “Hay que trabajar juntos..., no es nada más lo futbolístico, al contrario, hay mucho de mentalidades, mucho de actitudes y en montón de situaciones que tenemos que trabajar juntos. Si vamos a creer que lo vamos a solucionar en 4 meses, estamos totalmente equivocados. Esto es una muestra que tenemos mucho que mejorar”. Ambos líderes muestran la actitud correcta, nos guste o no.
¿Se puede hacer borrón y cuenta nueva? No sólo se puede, se tiene que hacer a nivel de cancha y es en lo que enfocaré la propuesta inmediata: los jugadores. El trabajo mental y de liderazgo deben abordarse activamente y en equipo. No se trata de que cada quien haga su reflexión personal, debe ser un trabajo en conjunto.
PROPONGO ALGUNAS ACCIONES A DESARROLLAR
1. Dialogar para asumir la responsabilidad personal. Cada quien debe trabajar específicamente en lo que le toca reconociendo sus errores.
2. Trabajar de nuevo las creencias de lo que sabemos hacer. Sustituir en la mente los pensamientos que sabotean y trabajar en la afirmación y la certeza. Se tiene que procesar esta derrota y dejarla atrás. Ésta no nos puede perseguir en los siguientes partidos.
3. Enfocarse en las soluciones y no en buscar culpables. Ver los desafíos como oportunidades para aprender. Procesar lo que se hizo mal y adoptar las nuevas actitudes para reconstruirse en un equipo ganador.
4. Volver al trabajo con determinación. Perseverar en los entrenamientos para corregir las fallas. Enfocarse nuevamente en entender y desplegar correctamente el planteamiento.
5. Restablecer la visión de lo que quiere lograrse. Volver a desarrollar la ambición y la intención positiva. Se necesita renovar el sueño y la intención. Avivar el entusiasmo por pertenecer al TRI a través de los jugadores.
Se requiere un liderazgo activo para que todo esto se viva en el equipo. No son sugerencias para que cada quien se lleve a su casa. Implica tener espacios de conversación y establecer algunos rituales de cambio. Fortalecer de nuevo la conexión entre los jugadores.
Estimados lectores y lectoras, ante una derrota devastadora, los triunfadores exploran siempre nuevos horizontes. Generar una mentalidad de éxito y sobreponerse ante cualquier situación es un hábito a desarrollar. Apliquemos los puntos propuestos para la Selección Mexicana con nosotros, nuestra familia y equipos para nunca detenernos
“Revitalízate, vuelve a la esencia de lo que te da el éxito”.