Son muy pocas las latinas que destacan en el tenis profesional y si hay una que ha logrado hacerse de un nombre es la puertorriqueña Mónica Puig, quien conquistó la primera medalla de oro para su país en los JO de Río 2016 y que está presente en Acapulco para el Abierto Mexicano de Tenis.
Para ella, su máximo logro ha sido, sin duda, la presea de oro de Río, pues considera que este triunfo equivale a haber ganado un Grand Slam. Y aunque todavía no logra levantar un torneo major en la WTA, su intención es dar vuelta a la página, recuperar el nivel que tenía en 2016 y continuar luchando por hacer este sueño realidad.
“Básicamente fue como ganar un Grand Slam. Esto te cambia la vida en una manera que no sabes cómo manejar, porque el cambio es demasiado rápido. Fue una fase de aprendizaje para mí sobre cómo manejar las cosas y cómo hacerlas diferentes, pero hay que seguir adelante que la carrera es muy larga. Ahora mismo estoy disfrutando de mi vida y de este proceso.
“Yo sé que puedo (ganar un Grand Slam), pero voy a enfocarme en las cosas que tengo que hacer para llegar ahí. Yo sé que es un camino todavía más largo para estar en donde quiero y volver a tener la forma que tenía en 2016, pero estoy trabajando para eso”, compartió la tenista boricua de 24 años en entrevista con RÉCORD.
Mónica tiene la esperanza de que poco a poco se sumen más jugadoras latinoamericanas al Top 100 de la WTA, por el momento sólo ella, Verónica Cepede de Paraguay y Beatriz Haddad de Brasil ocupan un puesto en este ranking.
“Se siente muy bien (estar entre las únicas tres latinas en el Top 100). Es increíble ver el tenis latino femenino creciendo y que haya competencia. Yo espero en el futuro ver más latinas en el Top 100 y que sea algo más común.
“Se tiene que trabajar con mucha fuerza y dedicación, porque uno no llega ahí sin trabajo, ni motivación. Es un camino bastante largo y difícil pero se puede lograr si uno quiere”, agregó.