El 20 de septiembre de 1973 los ojos del mundo se volcaron hacia el Astrodome de Houston para presenciar uno de los duelos que más expectativa generaron en la historia del tenis y del deporte en general.
La denominada Batalla de los Sexos enfrentó a la tenista Billie Jean King contra el retirado Bobby Riggs en un duelo que confrontó el antagonismo de una mujer que clamaba igualdad en su deporte y un hombre que criticaba el tenis femenino.
King derrotó Riggs y marcó así un hito a favor de las mujeres y su búsqueda por erradicar la discriminación. Puso la primera piedra de un puente construido por múltiples jugadoras que van desde Martina Navratilova hasta Venus Williams, cada una combatiendo por la equidad, misma que quizás en el deporte blanco es más posible de encontrar que en cualquier otro deporte, pues al menos en los torneos Major, los premios económicos que se reparten son los mismos para la ATP que para la WTA.
“Como todas las brechas salariales, la que ocurre en los deportes, tiene su origen en la división sexual del trabajo, el esquema bajo el cual las mujeres han sido relegadas a las labores domésticas, mientras que la actividad realizada por los varones, a lo largo de la historia, está planeada en lo público.
"Con el paso de los años y con la incorporación de las mujeres al mundo del trabajo remunerado, siguieron permaneciendo las diferencias”, dijo Gabriela Jiménez, maestra en género por la Universidad Autónoma de Madrid, sobre el rezago de ganancias que por años han tenido que sufrir las mujeres.
Así como el tenis ha puesto un buen ejemplo, otros deportes también han optado por recortar las diferenticas, por ejemplo, en la NFL y la oficial Sarah Thomas, primera mujer árbitro en participar en un Super Bowl, quien percibe al año cerca de 250 mil dólares, cuando el salario promedio anual es de 75 mil dólares.
Todavía falta luchar por más equidad en los pagos, pues la calidad y el talento que las mujeres muestran en el deporte exige que se les reconozca con un salario igualitario.
LA BATALLA POR LA IGUALDAD CONTINÚA
PUSIERON LA PRIMERA PIEDRA
El tenis ha sido claro ejemplo de la igualdad en los salarios. El primer Grand Slam en equiparar premios fue el US Open de 1973 y desde entonces la lucha comenzó
TAMBIÉN PONEN EL EJEMPLO
La NFL ha abierto las puertas a las mujeres, Sarah Thomas se ha ganado su lugar en el campo y un sueldo anual de 250 mil dólares, mayor que el de algunos oficiales varones.
LA SITUACIÓN DEBE MEJORAR
A las jugadoras de la WNBA se les paga menos de 80 mil dólares en promedio por temporada, mientras que en la NBA perciben en promedio 7.4 millones por campaña.
HAY UNA GRAN DIFERENCIA
Jamie Chadwick tuvo un premio garantizado de 500 mil dólares por ganar la W Series, mientras que, en el mismo año, Lewis Hamilton se embolsó 50 millones de dólares en F1.
ESTIMULAN EL GRAN CAMBIO
Si bien, en el futbol la diferencia de salarios es grande, Brasil anunció en 2020 que los sueldos de sus selecciones femenina y masculina serían iguales por convocatoria.
HAY MUCHO TRABAJO POR HACER
Deportes como el golf y el hockey aún tienen mucho por trabajar en cuanto a la brecha de salarios, pues la diferencia sigue siendo amplia.
El mayor premio en la LPGA es de 1.5 millones de dólares, entregado a la ganadora del torneo a 72 hoyos, en el Tiburón Golf Club en Naples, Florida, mientras que, en su contraparte varonil, la PGA, tan sólo en el Masters de Augusta el vencedor se embolasara poco más de dos millones de dólares.
En la NWHL la jugadora de hockey mejor pagada por temporada recibe 25 mil dólares, a diferencia de los 12 millones de dólares que percibe el quinto mejor pagado de la NHL.