La clavadista mexicana, Paola Espinosa, confía en tener una gran actuación en Río 2016, para cumplir su sueño de colgarse su tercera medalla de Juegos Olímpicos.
Satisfecha con su carrera deportiva, en la cual presume la plata en Londres 2012 y el bronce en Beijing 2008, así como el título mundial en 2009, medallas panamericanas, centroamericanas y de Serie Mundial, Espinosa llega renovada a sus cuarta justa veraniega.
"He sido siempre una mujer de retos. Soy doble medallista olímpica, he logrado lo que he querido, pero no quito el dedo del renglón: quiero una tercera medalla olímpica.
"Nada está escrito en los JO. Lo que me han enseñado mi familia y mis amigos es a luchar por lo que quiero y es lo que estoy haciendo cada día", mencionó Paola durante la inauguración de su academia deportiva para niños, la cual lleva su nombre.
La clavadista tricolor afinará los últimos detalles rumbo a Río y se prevé que realice sus últimos entrenamientos en una alberca al aire libre, como se competirá en el certamen brasileño.
Tras ser Subcampeona olímpica, Espinosa reconoció que enfrentó un ciclo olímpico difícil por el fallecimiento de su padre, pero el entrenador cubano, Pedro Gato, fue una pieza importante para salir avante.
"A veces se nos olvida cómo empezamos, se nos olvida esa hambre, esas ganas que tenemos. El haber descansado después de Londres, el haberme operado mi rodilla, las lesiones; fue muy difícil recuperarme, el fallecimiento de mi papá... La verdad es que anímicamente me sentía muy mal.
"Él (Pedro Gato) llegó en una parte importante de mi vida y fue para recordarme que estoy viva, que estoy bien, que puedo echarle ganas, que nadie me puede decir que no puedo. Si yo lo pienso y creo que lo puedo hacer, lo voy hacer", recordó.
