Para Sylvester Stallone, Rocky había colgado los guantes y se había retirado del mundo deportivo en 2006 con ‘Rocky Balboa’, filme con el que cerraba una saga de seis películas extendida a lo largo de tres décadas.
Rocky, la máxima representación en la cultura pop de la historia del ‘underdog’ (aquel que a pesar de no ser el favorito natural o lógico es capaz de convertirse en Campeón con base en su esfuerzo y certeza personal) es un ícono del cine moderno, y está de vuelta para conectar con una nueva generación.
“La carrera de Rocky en el ring se acabó, pero esto llegó como una oportunidad de renacer a un personaje más allá de ese contexto, para hablar con una nueva generación, de esas oportunidades que los ‘millennials’ pueden sentir que les han pasado de lado, para quienes los tiempos más simples de la época de Rocky no aplican”, afirma Sylvester Stallone en el mítico Front Street Gym de Filadelfia, escenario al que regresa para hablar de ‘Creed’, y donde más de tres décadas atrás vimos a Rocky Balboa entrenar para enfrentarse al Campeón Apollo Creed.
En ‘Creed’, Rocky no es el protagonista, sino Adonis (Michael B. Jordan), el conflictuado hijo no reconocido de Apollo Creed, y quien quiere hacerse un nombre e historia propia en el boxeo, abandonando una vida acomodada y resuelta como ejecutivo financiero.
Stallone señala lo que finalmente lo convenció de ceder su preciada franquicia a nuevas manos, y de ceder el asiento central, no sólo como actor, sino como director y guionista, ya que ‘Sly’ escribió todos los guiones de la saga Rocky y dirigió cuatro de los seis filmes anteriores.
“Nunca he conocido a una persona tan enfocada en un proyecto como Ryan (Coogler). Yo ya tuve mi oportunidad y me gustó esta idea de impulsar el futuro de otros con la experiencia personal vivida, que es lo que está al centro de la historia de Creed y de lo que hago trabajando con estos talentosos jóvenes”, afirma Stallone haciendo referencia a Ryan Coogler y Michael B. Jordan, director y protagonista de Creed, respectivamente.
A la par de acción y dinámicas secuencias de peleas de box, Creed ofrece una historia profunda y reflexiva, de la que Stallone se siente orgulloso y cercano: “Es sobre muchos sentimientos y situaciones, además de la historia de este joven queriendo su oportunidad por un título, exactamente igual que en la
primera Rocky.