No cabe duda que Hidetaka Miyazaki sabe cómo hacer videojuegos hardcore, que ponen a los gamers a sudar la gota gorda y Dark Souls III no es la excepción.
Al igual que en los juegos de la franquicia se debe crear un personaje, al cual se le debe poner un nombre, elegir un género, edad, escoger una de las distintas clases, personalizarlo cambiando su aspecto como color de piel, rostro, ojos, cabello, etcétera.
Cuando ya se tenga al personaje deseado, comenzará la aventura en el Reino de Lothric y desde el inicio se pondrán a prueba las habilidades del videojugador ya que, como en los juegos anteriores de la saga, cada uno de los enemigos es más difícil que el anterior, por lo que los gamers deben acostumbrarse a morir una y otra vez, algo que puede convertirse en frustración.
Sin embargo, el verdadero reto lo representan los jefes de cada nivel, puesto que de tan sólo uno o dos mivimientos pueden derrotar a los jugadores, por lo que el personaje morirá recurrentemente llenando de frustración a los principiantes, mientras que los más experimentados también sufrirán un poco con las combinaciones de movimientos de cada uno de los jefes.
El Reino de Lothric es verdaderamente extenso, hay muchos lugares por explorar en los que se encontrarán artículos que ayudan a mejorar las habilidades del personajes y sus armas, por lo que siempre es válido pasar dos veces o más por el mismo lugar.
Fromsoftware mejoró los controles, pues ahora son más resposivos que en la segunda parte, aunado a la mejora visual en los menús haciéndolos más amigables.
Los paisajes son verdaderamente impresionantes, el hardware de las consolas actuales permite que se note cada detalle de los escenarios del juego y muestra a unos enemigos muy tenebrosos y escalofriantes. La versión en consola Xbox One y PlayStation 4 corre a 30 cuadros por segundo, mientras que en PC va a 60, pero en esta versión existe una pérdida de calidad visual en algunas partes del título.
Otro de los puntos a destacar es el audio ya que ayuda a envolver a la perfección al gamer en la expeeriencia de juego. Su soundtrack y los efectos son un deleite al oído pues, sumado a los gráficos, hacen que la persona se pierdda horas y horas en el juego.
En general, Dark Souls III es un buen título de la saga, el cual no queda a deber en cuanto a la dificultad de juego y en definitiva dejará satisfechos a los jugadores más hardcore. Pero si algún gamer quiere experimentar por primera vez algún juego de la serie, también es una muy buena opción.