No basta con sumar kilómetros, tener dedicación diaria, disciplina y esfuerzo en tu entrenamiento. La clave para alcanzar un buen rendimiento es tener una alimentación adecuada.
De acuerdo con la Guía de Nutrición de la Federación Internacional de Asociaciones de Atletismo (IAAF), la dieta debe ser personalizada, pues cada atleta tiene un requerimiento distinto de nutrientes con base en el esfuerzo y la disciplina que realice.
Además, ésta debe modificarse tomando en cuenta el tipo de entrenamiento y objetivos del calendario competitivo.
“La dieta puede tener su más alto impacto durante los entrenamientos y una buena alimentación respaldará un accionar intenso, al mismo tiempo que reducirá el riesgo de enfermedad o lesión.
“Una buena elección de alimentos también puede promover las adaptaciones al estímulo del entrenamiento”, se expone en la guía realizada para la Comisión Médica y Antidopaje de la IAAF por los profesores Louise Burke, de Australia, y el
inglés Ron Maugham.
Para tener un rendimiento óptimo es fundamental contar con la energía necesaria. El consumo de carbohidratos y proteínas hará la diferencia entre tener o no una carrera satisfactoria, pero sobre todo una larga carrera deportiva.
“Una dieta variada que reúna las necesidades energéticas basada en la selección de nutrientes ricos como los vegetales, las frutas, legumbres, cereales, carnes magras, pescado y los derivados lácteos, deberían asegurar el consumo adecuado de todas las vitaminas y minerales esenciales.
“La exclusión de alguno de estos grupos de alimentos aumenta el riesgo de carencia de algún nutriente y obliga a realizar elecciones más cuidadosas de los alimentos a ingerir”, alerta el documento.
La alimentación debe estar acompañada de una adecuada hidratación antes, durante y después de la actividad física.
