Santiago González descendió del avión el 16 de enero pasado en Melbourne, sin imaginar que estaba por comenzar un calvario, debido a que dos personas que iban en el vuelo arrojaron positivo por Covid-19, una azafata y Edward Elliot, entrenador de Lauren Davis.
De inmediato las autoridades locales pusieron en cuarentena a cada uno de quienes tuvieron contacto con los contagiados, por lo que el veracruzano no ha podido entrenar, y apenas le facilitaron una bicicleta fija para poder al menos ejercitarse.
“Obviamente no esperábamos esto, pero es la situación que se dio por ir en el mismo avión con alguien que salió positivo, y ni hablar, hay que acatar las reglas de Australia. Obviamente no es lo ideal para el tenista en su preparación para un torneo, pero es tratar de llevarlo lo más leve posible aquí en la habitación y por lo menos han hecho un esfuerzo grande ellos para tratar de encontrar una solución para toda esta cuarentena, mejorar la comida, nos dieron ya bicicletas, equipamiento para hacer ejercicio en la habitación”, dijo en entrevista con RÉCORD desde Melbourne.
El 10 de junio de 2017, Santi rozó la gloria al caer en la Final del torneo de dobles de Roland Garros y perdió la oportunidad de convertirse en el primer mexicano en ganar un Grand Slam desde 1990. Hace un año en el Australian Open perdió en Cuartos de Final, por lo que ahora, a sus 37 años de edad y encerrado en su cuarto de hotel, solo piensa en aprovechar una de sus últimas oportunidades para conquistar un major pese a las adversidades de este viaje.
“No, creo que no (hubiera renunciado a jugar). Hubiera tenido a lo mejor la precaución de traerme más equipamiento para estar en la habitación dos semanas, más comida, pero al final competir siempre en un Grand Slam es una prioridad para mí como deportista. Yo ya estoy por cumplir 38 años, me quedan pocos años de jugar tenis y obviamente cada oportunidad que tenga y sobre todo en esta situación pandémica, la trataré de aprovechar al 100 por ciento”, afirmó.
“El año pasado fue un buen año, hice Cuartos de Final acá, me encantaría otra vez estar en una situación así, es diferente, el año pasado fue atípico, estuvimos seis meses sin jugar y luego otros seis o siete torneos y acabó el año. El ritmo es totalmente diferente y ahora que estoy encerrado dos semanas va a ser complicado, pero igual otros jugadores están en la misma situación, entonces ojalá, mi meta es avanzar lo más posible y tratar de ganar un Grand Slam, y lo intentaré todo para estar otra vez en esa instancia de Cuartos de Final jugando en Rod Laver Arena”, añadió.
El mexicano solo espera que los organizadores tengan consideración con los afectados por esta cuarentena improvisada y posterguen sus juegos lo más posible, además de poder jugar junto a su pareja, el brasileño Marcelo Demoliner, contra alguna otra dupla que haya tenido que parar como ellos.
“Por lo menos hay 10 o 15 doblistas involucrados, entonces por lo menos, ojalá me tocara alguno de ellos en el primer torneo, así más o menos la situación se equilibra un poco, si me llega a tocar con alguien que ha estado entrenando todo este tiempo, tienen un poquito más de ventaja”, puntualizó.
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