Adiós, leyenda. Todo en esta vida tiene un principio y un final, y hoy, Rafael Nadal posiblemente cerró el capítulo más glorioso de un tenista en la historia: el de Roland Garros, el torneo que conquistó 14 veces y del que hoy se despide con el corazón en la mano.
La Fiera dijo adiós ante un pletórico estadio Philippe Chatrier, abarrotado de aficionados que acudieron para presenciar lo que podría ser su último juego en la emblemática arcilla parisina.
Aunque dejó abierta la posibilidad de continuar su carrera, admitió que las probabilidades de volver a disputar un Roland Garros no son muchas, aunque sí buscará regresar por última vez al Philippe Chatrier en los Juegos Olímpicos.
Nadal no llegó en su mejor momento, pero fiel a su estilo indomable, luchó hasta el último punto. Sin embargo, no fue suficiente para superar a un Alexander Zverev implacable, que avanzó a la segunda ronda con un marcador de 6-3, 7-6 y 6-3.
El encuentro comenzó con Zverev rompiendo el saque de Nadal y consolidando su ventaja para ponerse 2-0. El español acortó distancias en el tercer juego, pero el alemán mantuvo su solidez al servicio y cerró el primer set con un contundente 6-3, tras otro quiebre crucial.
En el segundo set, Nadal resurgió, mostrando destellos de su mejor tenis y validando su primer servicio con una maestría que hizo vibrar a la multitud. Su mejor momento llegó cuando logró romperle el saque al teutón gracias a una magistral dejada que le daba la ventaja 2-3.
A partir de ese momento, el Philippe Chatrier era una olla en ebullición y Rafa mostraba un nuevo semblante de confianza que confirmó con un nuevo punto en su servicio. Luego remontó el octavo juego de manera asombrosa con dos dejadas para ponerse 3-5. Sin embargo, Zverev no tuvo compasión e igualó 5-5.
El manacorí tuvo oportunidad de volver a quebrar, pero Zverev le dio la vuelta con un doble ace y revalidó su servicio. Aun así, Nadal logró llevar el último set hasta el tie-break, pero el alemán se quedó con el segundo set.
El último set fue sin duda el más disputado, pues El Rey de la Arcilla logró mantenerlo por un buen rato el 2-2, pero se fue cansando y, aunque las ideas seguían claras, el cuerpo ya no respondió como él quería.
De esta manera, Rafael Nadal se despide por primera vez en la primera ronda del torneo parisino, el cual era su especialidad. La Fiera perdió apenas su cuarto encuentro en Roland Garros, donde cosechó 112 victorias y 14 títulos, una marca que parece imposible de superar.