Patricio O'Ward finalizó en la segunda posición en las 500 Millas de Indianápolis, en donde Josef Newgarden se coronó al rebasar al mexicano en la última vuelta de la carrera.
Ante esta situación, el piloto regiomontano no pudo contener las lágrimas y quedó totalmente devastado en su monoplaza al término de la carrera.
Incluso, tuvo que ser consolado por elementos de su escudería, quienes mostraron su apoyo y reconocieron el esfuerzo que realizó.
"Tan jodidamente cerca", señaló Pato, recordando que, por segundo año consecutivo, se quedó cerca de ser el primer mexicano en ganar en el famoso Brickyard.
O'Ward dio una carrera inmejorable. Llegó a caer hasta la décima octava posición por una mala parada en los pits, pero logró remontar y estuvo a pocos segundos de conseguir una histórica victoria.