La antorcha olímpica de los Juegos de Tokio 2020 se encenderá el 11 de marzo de ese año, noveno aniversario del terremoto y tsunami que devastaron el nordeste nipón, ha revelado el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach.
"El COI ya ha aceptado esta idea, porque desde el principio se ha comprometido, siempre que sea posible, a contribuir a la reconstrucción del área", adelantó Bach en una entrevista con la agencia de noticias local Kyodo, en la que calificó la iniciativa como "una idea maravillosa".
Las palabras de Bach suponen el primer anuncio público del COI sobre la celebración de la ceremonia de encendido en la efeméride del temblor y posterior tsunami que arrasó municipios enteros y causó más de 18 mil muertos y desaparecidos, una propuesta que partió del Comité organizador de Tokio 2020.
La llama olímpica se ha encendido en Olimpia (oeste de Grecia) desde que la Alemania nazi introdujo la iniciativa de realizar un relevo de la antorcha para los Juegos de Verano de Berlín 1936.
Tras el relevo en Grecia, la antorcha será transportada a Japón, donde se exhibirá en las prefecturas de Fukushima, Iwate y Miyagi, las tres más afectadas por el desastre de 2011.
La etapa japonesa del relevo comenzará en Fukushima, escenario a raíz de la catástrofe natural del segundo peor accidente nuclear de la historia, y recorrerá las 47 prefecturas del archipiélago nipón durante 121 días antes del encendido del pebetero.
Durante la entrevista, realizada en la víspera de la clausura de los Juegos de Asia que finalizan hoy en Indonesia, Bach dijo que planea visitar el nordeste nipón en noviembre para "mostrar nuestra solidaridad y alentar a la gente de la región".
El presidente del COI también se refirió a las conversaciones que están manteniendo con Corea del Sur y Corea del Norte, y la posibilidad de realizar "algunas acciones conjuntas durante los Juegos Olímpicos en Tokio".
"No sólo hemos abierto la puerta a conversaciones políticas, sino que también hemos iniciado desarrollos en el deporte", dijo Bach, quien añadió que desde la organización deportiva "estamos listos para continuar apoyando este acercamiento en la península coreana".
Los Juegos Olímpicos de Invierno de PyeongChang, celebrados a principios de año en territorio surcoreano y en los que participó el Norte, marcaron el comienzo del deshielo de las relaciones Sur-Norte y el posterior diálogo con Estados Unidos, actualmente estancado por diferencias en torno a la desnuclearización del régimen.